Cultura y familias reales: Familia real inglesa, primus inter pares

                                                         Familia Real inglesa

                                                
                                                           Primus inter pares

                   

Cuando el rey Faruk de Egipto dijo que que en un futuro solo quedarían cinco reyes, los de la baraja y el de Inglaterra no hacía más que formular una creencia generalizada: que la monarquía inglesa es, para entendernos, un poco más monarquía que el resto. A pesar de la tumultuosa trayectoria de algunos de los miembros (bien descendientes, bien adheridos por matrimonio) de  la rama principal de los Windsor parece que la familia Real inglesa ha entrado en el siglo XXI sin perder su prestigio y si es cierto que todos los estudios afirman que  ahora hay bastantes más republicanos que hace unos años, también es cierto que  la monarquía sigue siendo una de las instituciones más valoradas por la población. La monarquía, aún la constitucional, como la religión, se basa en la fe. El papel del Rey no se discute como el creyente no discute la existencia de Dios pero hoy en día se puede criticar y analizar sus acciones y en eso los ingleses pueden dar lecciones al resto ya que en el Reino Unido no parece existir la censura soterrada que se ejerce en otros países sobre todo lo que rodea a las familias reales.  De hecho, en Inglaterra, la monarquía ha sobrevivido a todos los escándalos, el último de ellos protagonizado por por la exmujer del duque de York a la que un periodista disfrazado de inversor trató de sobornar. Como se sabe, la pelirroja cayó en la trampa como un codicioso conejo. Pese a todo la figura de la Reina sigue siendo muy respetada en un país que ha conseguido como ninguno exportar sus tradiciones. Una de las ventajas de la monarquía inglesa es que ha pasado a formar parte del paisaje del Reino Unido como la campiña de verdes prados, el té de las cinco o las universidades de Oxford y Cambridge de modo que ese país sin la Reina ya no nos parecería lo mismo. Así que por el momento, la única tradición inglesa llamada a desaparecer es la caza del zorro.


http://www.royal.gov.uk/ 
Diana de Gales
Históricamante la monarquía inglesa tiene el mérito de que  durante el reinado de Enrique III, en 1216, se redactó la célebre Carta Magna, antecedente de la constitución. Desde entonces los ingleses han promocionado a sus reyes, sobre todo a los malos pues en toda leyenda que se precie nunca debe de faltar el malo y el asesino ya que todo relato necesita algo de emoción.  En los tiempos modernos, con Lady Diana, pareció que los ingleses habían perdido su tradicional flema para convertirse en espectadores de culebrones venezolanos con el pañuelo a punto para enjuagar las lágrimas. De modo que la muerte de esa mujer guapa, inculta y desgraciada, que ha entrado en la mitomanía colectiva, provocó en la isla un llanto sin parangón.  Luego la monarquía en el Reino Unido, que nunca renunció a su pompa, vivió una segunda etapa con Camila, británica a más no poder con su husky verde y botas de agua o algunos de esos tocados imposibles que vemos en las carreras de Ascot. En cualquier caso los miembros de la familia real inglesa siguen siendo los jefes de familia, nuestro primos más ricos y elegantes, los parientes a los que se pone en la primera página de un album para enseñar a nuestras amistades y allí, Camila,  como dirían en Venezuela, luce muy bien con sus faladas de tweed y zapatones un poco masculinos, aunque ya sepamos por los micrófonos indiscretos de su capacidad de seducción sexual.  Pero el que esta no sea demasiado evidente es un gran cualidad para una familia que tiene que representar las tradiciones y al tiempo una cierta modernidad.
Debido a la fusión de la monarquía inglesa con la cultura popular y los modos del país, harían falta unas cuantas Fergies más para cargarse la institución. Siguiendo con la cultura, la monarquía inglesa es la única que ha sido retratada por dos de los artistas más importantes del siglo XX, el pintor, Lucian Freud y el director de cine Stephan Freears. Mientras,  en España tenemos que conformarnos con Macarrón y Jaime Peñafiel, este último cada vez más crítico con la familia real española. Y es que desde que Juan de Orduña filmara "Locura de amor" y  Cesar Amadori "Dónde vas Alfonso XII", los reyes  no han vuelto a aparecer  por la gran pantalla en nuestro país.

http://www.royal.gov.uk/fororeal/first.htm

 

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