El boom de la literatura italiana

                                             El fulgurante despertar de la literatura Italiana            


Paolo Giordano, autor de "La soledad de los números primos"
Silvia Avallone, autora de "Acero"
 Entre tanto libro enlatado, vendido al publico cual oferta de supermercado: los malditos karmas, e historias noveladas  y etc, etc..., la fulgurante aparición dos jóvenes escritores italianos con sus excelentes novelas de iniciación demuestran que la buena literatura y el número de ejemplares vendidos no tienen porque resultar conceptos antagónicos y que en el campo de la novela aún queda mucho por leer y si no aquí están dos brillantes novelas de iniciación que han conquistado al público y a la crítica: "La soledad de los números primos" de Paolo Giordano, en español en la editorial Salamandra  y "Acero" de Silvia Avallone, Biella,1984, que empezó su carrera literaria como poetisa, editada en español por Alfaguara.
Paolo Giordano, Turín 1982,  es químico y una suerte de genio precoz a juzgar por su apabullante expediente académico.  Su libro que encabeza la lista de los más vendidos en Italia y varios países  es un perturbador recorrido por el mundo cerrado y desconocido del sufrimiento infantil y adolescente, el sentimiento de culpa y la crueldad soterrada en el seno del entorno educativo y familiar. Por su parte Silvia Avallone con personajes que algunos críticos españoles han comparado con los de "Últimas tardes con Teresa", si bien a mi me recuerdo algo al "Jarama" de Sánchez Ferlosio, muestra la influencia, en el futuro de sus protagonistas, del lugar y la clase donde uno ha nacido, en este caso en la ciudad industrial de Piombino  que contrasta con la isla de Elba,  a pocas millas de distancia, donde tienen casas los veraneantes de lujo.  En "Acero" asistimos al despertar a la vida de dos amigas, Ana y Francesca, de su sexualidad y a veces su  homosexualidad, episódica en el caso de la primera.  La novela nos muestra el destino de las madres de los protagonistas, políticamente comprometida la de Ana, sumisa la de Francesca.  Lo que queda de naturaleza, el mar  y los paraísos  de la infancia, columpios, gatos y algas que conviven con  la luz fabril y ardiente de las acerías, las orugas y las maquinas. Las drogas y la delincuencia parecen algo casi natural en ese entorno.
El libro de un realismo costumbrista, bastante tradicional por otro lado, emana una energía  luminosa a pesar de sus momentos de brutalidad y es un fresco lúcido y vívido de la Italia industrial y trabajadora  de los últimos años de   Berlusconi.

Comentarios

  1. Interesante me ha resultado La historia de mi pureza, de Francesco Pacifico.
    Otro autor joven italiano que consigue interesar con un principio muy brillante.

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    1. La verdad es que nunca he oído hablar de él. Voy a buscarlo en internet. El título es muy sugestivo, con un punto irónico, me imagino. Me recuerda a algo así como los antiguos libros que se recomendaban en los colegios de curas o de monjas. Un título de los años 50 pasado por la posmodernidad.

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