Haacke o el intelectual comprometido
 |
| Picasso y Braque |
¿Tiene el intelectual el deber de implicarse en los asuntos políticos y sociales de su época? ¿Ha de opinar sobre el mundo que le ha tocado vivir y sus múltiples problemas? ¿Convertirse en un referente o en un antagonista como sucedió con la famosa disputa entre Sartre y Camus? Hay quien opina que la época gloriosa de los intelectuales ha pasado y estos han sido apartados de su papel por periodistas, peor aún por blogueros y twiteros de toda laya que han sustituído a los intelectuales de antaño. Ahora los famosos encabezan la causas y la reflexión se ha democratizado de tal manera que una tropa de internautas tienen más influencia que la expresión del pensamiento de un eminente filósofo. Claro que la masa como ya explicó Ortega y cuyo ascenso mediático predijo Andy Warhol siempre tuvo fuerza, no en vano ha sido protagonista de múltiples revoluciones, sin embargo la expresión del pensamiento se reservaba a las elites. Y el pueblo, ennoblecido a la categoría de ciudadano por la revolución francesa, o denigrado al papel de populacho por el autócrata de turno, expresaba su sentir en octavillas, chanzas, garrulerías o chirigotas.
Si en estos momentos hay un artista comprometido, este es
el alemán Hans Haacke, cuya última obra se expone hasta el 23 de Julio en el museo Reina Sofía de Madrid. Haanke muestra los oscuros negocios que lavan la cara mediante actividades de mecenazgo como el cubo negro que simboliza los negocios de Saatchi en Sudáfrica. A lo largo de su carrera alguna de sus críticas han sido tan personales que se le ha prohibido su exhibición en museos como el Guggenheim de Nueva York. Su exposición Castillos en el aire pretende exponer la brutalidad de la especulación inmobiliaria española y muestra a barrios enteros como el ensanche de Vallecas a medio construir con sus calles de pomposos nombres vacías, un tributo a la burbuja inmobiliaria. Tras el paseo por las instalaciones de Haacke el visitante puede contestar a una encuesta dirigida a establecer su origen, clase social, ubicación territorial e intereses culturales.
 |
| Instalación |
Comentarios
Publicar un comentario