Viajar en el tiempo: D ´Annunzio versus Visconti


Viaje por España a principios del siglo pasado


El Inocente de Visconti

Casa de la familia D´Annunzio en  Pescara


Los países del sur han sido siempre los lugares preferidos por los viajeros de todas las épocas para pasar largas temporadas tal vez porque como dijo el escritor Vernes D´Arlandes en 1876, después de vivir 3 meses en Italia: "on voudrait revoir les pays du soleil, où fleurissent les citronniers, oú poussent les fleurs bleues de la jeunesse..."
 El marques de Sade,  los jóvenes,  Goethe incluído, que en el siglo XVIII, se iniciaban en la vida adulta con la aventura  del Gran Tour;  los poetas románticos o los viajeros que  en España persiguieron el mito andaluz son solo algunos ejemplos.


Visconti y D´Annunzio, el triunfo del barroco


Hace dos inviernos recorrí en el mes de Noviembre la parte baja de los Alpes Italianos, desde Milan donde nacio Luchino Visconti hasta Los lagos de Como y Garda a escasa distancia de la villa  Il Vittoriale en la que Gabriel D´Annunzio,  cuyo verdadero nombre era Gaetano Raspagnatta, vivió sus últimos años. Para entonces el escritor y aventurero, una de cuyas muchas amantes fue Eleonora Duse, se había convertido en un inspirador del fascismo y Mussolini había conseguido que el principe Victor Manuele III le concediera el título de Principe de Monte Nevoso.
Después de visitar Verona o  Bérgamo, Il Vittoriale puede parecer un lugar menor, de hecho yo llegué cuando la villa había cerrado sus puertas y  solo vi por fuera el fantasioso mausoleo, decadente, barroco y algo ampuloso como el propio D´Annunzio cuyas últimas obras  publicadas en español son:  "El triunfo de la muerte" en la editorial Alfabia y "Crónicas literarias y autoretrato" en Fórcola.   Imagino que podrán encontrarse facilmente una traducción de "Il Piacere", su primera novela, que Visconti quiso adaptar antes que "El Inocente" pero que ya había sido llevada al cine y la famosa " Forse de si, forse che no".  Confieso que solo he leído un libro de D´Annunzio,  "Cuentos de Pescara" hace ya mucho tiempo.  Sí he visto, en cambio, todas las películas de Visconti y creo que nadie como él ha conseguido igualar, al menos en cine, su maestría en el tratamiento de un barroquismo estético del que Zefirrelli es solo un torpe imitador. Uno de los méritos de Visconti es la naturalidad y sencillez con que nos muestra  ese sector de la Italia más decadente y refinada.  La puesta en escena es también una obra de arte donde los sentimientos, el dolor, la belleza o el inevitable paso del tiempo adquieren una admirable fluidez.  La decadencia y el refinamiento  impregnan una obra en la que no hay nada rebuscado ni nada inútil. Carece el maestro de toda retórica,  de esa ampulosidad que por ejemplo se observa en D´Annunzio, incluso desde la verja donde se levanta el monumento circundado por cipreses que eligió para acabar sus días. Todo en el cine de Visconti es versosimil, nadie ha sabido expresar mejor lo que fue una forma de vida en el ardiente sur de Europa ¿Cuánto le debe Lampedusa  para la difusion de su excelente novela "El Gato Pardo"?,  no es acaso "El inocente" una de las obras de D´Annunzio más conocidas gracias a él.   Bajo la mirada de Visconti  la historia de un infanticidio adquiere una nueva luz.
Su falta de afectación  frente a ese algo impostado, observada por algunos de los críticos de D´Annunzio, ( al margen de su discutida aportación a la ideología fascista), ha hecho que el cineasta conserve la frescura del primer día mientras que la poesía de segundo se ha convertido en una materia  apta únicamente para los estudiosos de sus obras.


Inventor del saludo Romano

Gabriel D´Annunzio fue al primero al que se le ocurrió utilizar el saludo romano para sus legionarios (voluntarios italianos que ocuparon la ciudad de Fiume en 1919 después de la 1ª guerra mundial) Porteriormente el saludo romano fue adoptado por los movimientos fascistas y el nazismo.
En su carnet de identidad en el campo referido a profesión D´Annuncio se refería a si mismo como: "Poeta ed uomo darmi".
Remplazó el "Hip hip hurra" anglosajón si bien que parece de origen romano, por "Ella, ella, ella, al la la"  que se adoptó para el himno Giovinezza
http://es.search-results.com/web?qsrc=0&o=41648020&l=dis&fhp=1&q=il+piacere+dannunzio&dm=all&locale=es_ES








Comentarios

  1. Gracias Teresa, me ha gustado mucho; el paseo en coche por la plaza Mayor, la casa de la familia D´Annunzio en Pescara.............. un abrazo.
    Carmen

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    Respuestas
    1. Me alegra mucho que hayas leído esta entrada, Carmen, sé que eres una entusiasta de Visconto y por ello tu opinión me parece doblemente interesante.
      Un abrazo

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