EL COCHE SIN CONDUCTOR TRANSFORMARÁ LA CIUDAD

 

EL MISMO NÚMERO DE DESPLAZAMIENTOS EN COCHE

CON LA QUINTA PARTE DE COCHES

Santiago Álvarez de Toledo


   La aparición de los coches autónomos sin conductor que ya se está preparando y se irá generalizando en los próximos años, transformará los hábitos de los usuarios y la ciudad misma como la hemos conocido. 
   Los coches, sabiendo dónde tienen que dirigirse, podrán arrancar, rodar entre otros coches, respetar pasos de peatones y semáforos, aparcar y todo lo que hoy realiza un conductor humano.


   Eduardo, antes orgulloso conductor de su coche, ahora disfruta  de otra manera durante el desplazamiento. A veces leyendo, o usando su móvil o su tableta y a  veces prefiere  sencillamente relajarse y contemplar los edificios o el campo . Cuando compró el coche le ofrecieron disponer los asientos como en un departamento de tren, unos frente a otros y con una mesita en medio, con una mini-nevera debajo,  y cuando lleva amigos van así charlando y tomando una copa.  Algunas mañanas, tras una noche de acostarse tarde, su hijo Eduardo, el mayor, que ha aprendido a  poner en el coche  la dirección de destino, arrancar y parar el motor, lleva a sus hermanos -y a veces a algunos vecinos- al colegio, mientras su  padre duerme algo más  o termina un trabajo antes de ir a la oficina. María la madre lo agradece  mucho también para limpiar los restos del desayuno. Al terminar de dejar a todos en el colegio Eduardo hijo pone la dirección del domicilio en el coche. El vehículo llegará adonde salió por la mañana, aparcará y por GPS comunicará al móvil de Eduardo padre dónde está aparcado. A los diez minutos Eduardo y María salen y cogen el coche para llevarles a la oficina y a varios recados de ella. El flujo rodado va con facilidad por la mejor ruta en ese momento en la ciudad, elegida por el software, y sin semáforos dado que el tráfico de las intersecciones de calles está automatizado.   De vuelta ambos en casa, a la hora programada, si no se cambia la programación por el móvil, el coche se pone en marcha, se dirige al colegio, envía por GPS el lugar de aparcamiento al móvil de  Eduardo hijo, con lo que se organiza automáticamente la recogida de los colegiales y sus amigos.
   Se habrá observado en este día completo que el coche prácticamente no está aparcado fuera del domicilio, por estar un sólo coche permanentemente utilizado. Así, en las zonas de edificios de oficinas y comercios se podrá ver muchos menos coches aparcados, facilitando grandemente ese aparcamiento. También, el hecho de utilizarse el coche por muchos usuarios, y no quedar inmovilizado en un lugar de aparcamiento hasta la salida del trabajo de su dueño, disminuye importantemente el número de vehículos.  
   El hecho de disminuir el número de coches implica una menor congestión de tráfico, un menor coste de infraestructuras y de su mantenimiento y un menor impacto ambiental.
   A este fenómeno se irá añadiendo la tendencia a difuminar la diferencia entre vehículos privados y  públicos. Actualmente existe en varias ciudades, como Viena ("Car To Go") la posibilidad de tomar con una tarjeta/dispositivo un coche de esa compañía aparcado  cerca de donde se está, realizar el recorrido que sea necesario, en el tiempo o días necesitados y dejarlo aparcado en otra parte cualquiera  de la misma ciudad o en cualquiera de las principales ciudades del país. El dispositivo que provee este servicio de apertura, puesta en marcha y cierre del coche, envía una orden de pago del servicio a la cuenta del usuario. El vehículo queda dispuesto para el próximo usuario que lo necesite, pase cerca de él y vea en la carrocería la marca "Car To Go". Al generalizarse este servicio se encontrará un coche de estos cada vez más cerca de donde estamos.
   En un estudio realizado por el equipo SMART del M.I.T. para Singapur, que parece será la primera ciudad piloto de coches autónomos generalizados, se ha estimado que con el 30% de los vehículos hoy existentes sería suficiente con coches autónomos. Si a ello añadimos que al no conducir el coche, el interés y el cuidado de "mi coche" disminuye y la utilización tan fácil de coches de compañía según vamos andando va haciendo desaparecer el abismo entre "mi coche" y el vehículo alquilado. Todo ello también contribuye a facilitar el uso de un vehículo privado compartido para compañeros de colegio, universidad o trabajo. Considerando este efecto de "compartir vehículo"· el estudio para Singapur calcula que bastaría con el 20% de los coches hoy existentes, la quinta parte de parque actual. Está previsto que este proceso comience a hacerse realidad en el año 2.016.   
  













Comentarios

  1. No me acabo de fiar de los coches sin conductor, pero bueno, es el futuro, asique todo será acostumbrarse.

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    1. Santiago Alvarez de Toledo26 de febrero de 2014, 13:34

      Es lógico, como con todo lo nuevo. Cuando aparecieron los primeros automóviles , aunque eran muy pocos lógicamente, "debido a su peligrosidad" se dictaminó que fueran por la ciudad por matrículas; las pares los dias pares y las impares los impares... Yo también noté "canguelo" la primera vez que vi un Renault del CSIC que rodaba sólo y se veia su volante girar por si mismo... Gracias por comentar.

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