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Mostrando las entradas etiquetadas como Prensa

Pedro J: la sombre del poder es alargada

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La  marcha anunciada de Pedro J. Ramírez Hace miles de años, cuando hacia mis primeras prácticas de periodismo, me encontré en algunos actos con Pedro J. Ramírez. El ahora  ex director del Mundo era entonces un  prometedor periodista que ya empezaba a triunfar como articulista en ABC y daba la sensación de que  que sabía perfectamente el lugar que iba a ocupar en el futuro y actuaba en  consecuencia. Con eso quiero decir que era bastante antipático. Por lo menos para los que carecíamos de esa seguridad  de saberse elegido desde la cuna para tan altas misiones. Después, Pedro J. siguió siendo antipático para muchísima más gente de lo que entonces hubiera podido imaginar hasta el punto que consiguieron tenderle una encerrona para mostrarle en actitudes poco edificantes en compañía de una amante mercenaria y pactar con sus jefes capitalistas  su salida del  periódico que había dirigido los últimos 25 años. Pedro J. Ramirez En la primera época de su carrera  el p

Prensa: En la estela de Murdoch

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Angelina Jolie " A Angelina Jolie le quedan seis meses de vida, George Clooney ha dejado su pareja por un hombre, Kate Middlenton es estéril". Todo esto aparece en los titulares del primer número de  Exclu! una revista que acaba de salir en Francia y que se añade a Detective u otras publicaciones que buscan atizar el morbo de los consumidores de prensa barata. Murdoch no es evidentemente el único que cultiva ese tipo de prensa. Exclu! con informaciones impactantes sobre estrellas populares,  se basa en una regla muy básica: todo lo malo o extravagante relacionado con  personajes mediáticos es noticia, es decir, se trata de una nueva versión de Los ricos también lloran pasado por el sensacionalismo más brutal, hasta el punto de que uno no sabe si lo que aparece en la revista es una broma de mal  gusto o no (el kiosquero del Bouleverd Saint Michel en París tampoco supo sacarme de dudas).  Tras ojear la publicación se llega a la conclusión de que no hay un sesgo humorístic